Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

miércoles, abril 07, 2004

A Jorge que pelea con los hombres grises...

Había dejado el hábito y por años pareció no importarme...no recordé el extraño peso de su existencia y mucho menos pude sentir un poco de añoranza al no notar su ausencia.
Hace días recibí una carta, un antiguo amigo al que casi no veo, me contaba de sus luchas con los hombres grises...entonces lo recordé todo...los hombres grises no habían desaparecido de mi vida, pero quizá por algún motivo...pasaban frente a mí y ya no podía verlos o distinguirlos de la gente...Me pregunto si ese es un efecto natural del tiempo...si los que acabamos por ceder nuestro tiempo acabamos confundiendo a los hombres con los hombres grises y sí al fin de todo...ambos son lo mismo.
¿Me habré vuelto una mujer gris? No he tenido noticias de mi amigo...espero que haya encontrado un buen refugio, uno de esos lugares que aborrecen los hombres grises.
¿cuánto será el costo de una tarde completa mirando un atardecer? 7200 segundos malgastados... ¿tendrán más valor esos que la que misma cantidad de tiempo frente a un televisor? ¿cuánto cuestan dos horas de clase diarias? 36000 segundos ¿ahorrados, gastados o malgastados?...que más da... para eso es el tiempo...para gastarlo en lo que a cada quién le plazca... sin embargo a veces percibo un extraño sentimiento cuando creo que las noches se hacen más cortas...cuando el tiempo entre el día y la noche parece únicamente de 5 minutos muy bien aprovechados, pero muy pocos para soñar con los ojos cerrados.
Hace tiempo no me topaba con un hombre gris y discutía con el del tiempo. Hace poco llegó a mí el rumor que había uno de ellos hablando de mí, estaba totalmente enfurecido y daba gritos de desesperación...completamente furioso me senté frente a él y tratando de contenerse hizo referencia a los registros de entrada (pero nunca de salida...el tiempo donado por cualquier circunstancia tiene más valor pero nadie paga por él) había un equivalente de 480 segundos de retraso...sus ojos se encendían como dos bolas de fuego encendidas y de su boca se asomaban dos colmillos y sus fauces...
No quise irritarlo más, únicamente lo miré y asentí con conciencia, y al mismo tiempo traté de no darle importancia frente a él...no sé si por cinismo...o para hacerlo rabiar más...pero comenzó a sonreírme satisfecho de su llamada de atención y el color gris se devolvía a su cuerpo.
Salí de su oficina sin hacer mayor alarde y me senté a gastar mi tiempo y el tiempo que él cree que es suyo también. Tranquilamente...sin prisa.
A bien, he tenido a comprarme un reloj de pulsera... realmente no lo necesitaba pero tantos recordatorios de entrada, salida, estar y no estar me tenían un poco mareada... yo nunca sé la hora y la verdad es que no me importa tanto...no sé si por costumbre o razón alguna he procurado llegar a todos lados tarde...pero desde que los hombres grises han empezado a perseguirme...prefiero tener un reloj a la mano para salir corriendo a tiempo antes de que alguno de ellos me detenga para infracionarme.
He elegido un reloj colorido y con dibujos...las manecillas casi no se ven porque se ocultan con el fondo del reloj. A penas llevaba unas dos horas con él cuando mi mano empezó a sentir un cosquilleo extraño que subía desde los dedos hacia mi muñeca y se extendía hasta mi codo. AL principio no presté atención hasta que mi brazo empezó a sentirse pesado...muy pesado...la única y real razón de los síntomas era por la existencia de un reloj de cuerda sobre mi mano... hoy he amanecido con la disposición de sentarme a escribir mientras gasto mi tiempo tecleando letras hasta cansarme...pero he notado que mis manos casi pueden tocar el piso... el peso de aquel reloj ha hecho que la gravedad haga estragos sobre mí...el reloj no se ha detenido y tengo la esperanza de que pronto lo haga.
Por lo pronto...tendré mucho más cuidado de no irritar a esos hombres grises con disfraz de ser humano y trataré de acostumbrarme a mis brazos largos con un reloj de cuerda que está esperando pararse...romperse y perderse pronto porque sabe que de nada me sirve su miserable andar haciendo tic-tac sin parar.

A menos de una hora de haber puesto punto final a este motivo...y a menos de 24 horas de haberlo adquirido...lo he hecho...he roto mi reloj nuevo...misión cumplida...

Etiquetas: , ,