La Veillée des Abysses
"Buenas noches,
Me hubiera encantado contarles historias…
Más bien, me refiero a una historia… sobre "La Víspera de los Abismos"
"…desgraciadamente, es algo que se me ha escapado…"
¡Es cierto! Recuerdo… el final… que parece el principio… a menos que sea la primera escena… que parece ser el final…hum...éste es el título…
"¿Historias de lo profundo? ¿Vigilancia nocturna de lo profundo? Literalmente, es algo que no se puede traducir… también podría ser, "laveil leedesab bysse s"… si así lo prefiere… pero no nos confundamos con las palabras. ¡La obra se encargará de eso de manera muy natural!
Aaah… empiezan a surgir los recuerdos… un desastre marítimo optimista… abordo con una reunión muy peculiar de personas que obedecen leyes que no entienden, van ascendiendo por el abismo tormentoso… hasta las revoloteantes alas de libertad… sí …pero no es posible acelerar el viaje, y en cada paso de viaje cuestionaremos la voluntad de nuestros personajes de mantener el fuego ardiendo… de quedarse juntos, a pesar de lo abrumador de su soledad… su mundo desaparecerá … ¡¡pero no sin antes llevar a cabo una alegre pelea!! No se preocupen, damas y caballeros, ¡¡porque a los que nos estamos refiriendo es a un entretenimiento pleno!! Tropezaremos, nos doblaremos, bailaremos, cantaremos… y volaremos… para ustedes. Es una promesa, este es el fuego al que me refería con anterioridad… también prometo… no trataré de volver a explicar mi espectáculo, si me lo prometen… ¡¡¡No me lo vuelvan a pedir!!!
Buenas noches"
James Thierrée
Por un instante volví a mi infancia, los ojos se me llenaron de lágrimas y mi corazón deseo que nunca terminara. Las luces estaban apagadas y entre la penumbra ellos luchaban contra el viento, las olas y el tiempo. Yo guardaba silencio asombrada, tratando de no dejar escapar ni un instante.
Con una hoz le querían cortar la cabeza al tiempo que luchaba contra ellos haciendo remolinos con sus cuerpos, entonces comenzaron a hablar, todos al mismo tiempo… lo hacían como en sinfonía… con tiempos lentos y suaves, con tiempos intensos y fuertes al final cada uno de ellos comenzó a enredar su historia en un carrete de hilo, de esos que usaban las máquinas de coser antiguas, cada uno lo hacía a su forma mientras giraban, arriba o abajo, corriendo, caminando, cayendo o subiendo… todos ellos enredaban su historia.
Y luego había una puerta por la que todos querían pasar… será algo así como los deseos??? Cuando deseas algo y parece que hay una puerta por la que nadie puede cruzar y por la que sorpresivamente alguien la atraviesa por sus espacios en blanco, o la salta o se confunde con la puerta mientras ya la ha atravesado. Será que así reaccionamos con algunos de nuestros deseos?? Que sabes que hay que atravesar un camino para conseguirlos y no podemos atravesar esa puerta que nos separa de ellos y así vemos como algunos los alcanzan mimetizándose con la dificultad.
Y entonces, ellos estaban ahí sentados, como si la vida los incomodara y los hiciera cambiar de posición, eran tragados por un sillón y desaparecían y luego volvían a aparecer, entre las risas y la confusión, la magia y la sorpresa, pensaba yo en la vida en cuan incómoda parece a veces y otras tantas que hilarante, y siempre está ahí esperando a que te sientes cómodo o incómodo (eso no importa) mientras ella no deja de pasar en su extraño andar. A veces creo que sólo queremos estar bien sentados en primera fila para ver el espectáculo que la vida, la puta vida, hace al pasar.
Luego, vi como dos damas se convertían en un monstruo de batalla y como dos guardianes de la puerta se volvían águilas en combate… y volví a pensar en la magia… acaso se me había olvidado su existencia? Solía pensar que la magia lo era todo y luego poco a poco lo fui olvidando sin saber como y repentinamente frente a mi algunos actores hacían magia en el escenario, y no eran mujeres sino monstruos y no eran hombres sino águilas y pensaba que era imposible que jugaran con las imágenes de tan forma que pudiera olvidar en instantes que veía un hombre cuando en realidad había un águila de plumaje verde que desplegaba sus alas frente a mi… y quería no creer pero encantada con el sentimiento de dejar de ver lo que era por lo que ellos querían ser… creí firmemente que veía dos águilas contra un monstruo.
Y así el tiempo empezó a jugar con ellos, los hacía ir atrás y adelante, adelante y atrás… como metáfora del tiempo, ¿quién piensa que no podríamos dar marcha atrás con lo hecho y lo desecho? Sin duda, alguien nos lo hizo creer… pero simplemente es cuestión de pensar lo contrario… si aún creemos en la capacidad de cambiar el pasado, volver a atrás significa adquirir la opción (voluntaria) de elegir una oportunidad nueva.
Y así volvieron a la puerta, a tratar de atravesarla… no sé si de nuevo o porque algunos de ellos no pudieron cruzar a través de ella y entonces pensé en los hombres de lucha, los que igual nunca alcanzan y pasan su vida luchando… se enredaron entre el hierro forjado de la puerta y la recorrieron suavemente de arriba abajo hasta que ellos y a puerta se hicieron uno sólo, ellos aferrados a la puerta y la puerta… aferrada a ellos, en algún momento parecían gárgolas inmóviles…
Fue así como uno trató de irse y en un afán excesivo por irse las despedidas nunca terminaban… y el nunca podo irse. Caray! Creo que así sucede siempre… uno pasa haciendo una maleta de las cosas que guarda en su vida… las lindas y también (por supuesto) las tristes, los recuerdos valiosos y las inolvidables pesadillas, guarda a los amores y los amigos, los sueños y los fracasos, los miedos y las pasiones y todo junto en esa maleta… se hace pesada, imposible de cargarla, imposible partir dejándola sembrada en el piso y no volver la mirada atrás… podrías seguir tu camino bajo conciencia absoluta que cada uno de tus pasos significa olvidar cada uno de los artefactos que has decidido guardar en esa maleta??
Algo así ya había escuchado antes… creo que lo expuso Woody Allen en uno de sus filmes (que por cierto nunca vi… esto me lo contó un amigo y probablemente hasta hoy lo entendí) una persona fuera de frecuencia, no encaja con el mundo, es casi como si el mundo hiciera un complot extremo de indiferencia hacia esa persona… podría convertirse en un tormento, en un ruido ensordecedor y el poco entendimiento de una circunstancia como tal. Es como si el orden natural del universo lo hubiera excluido para su funcionamiento, le hubiera negado cualquier oportunidad y lo hubiera abandonado como un ser transparente sin importancia… sin duda, lejos de ser una maldición… es un sentimiento humano bastante común, sentir que un día la vida te ignora y que podrías pasar una eternidad de años sin moverte y que nadie lo notaría… hasta que en ese preciso instante… todo, absolutamente todo por arte de magia… todo vuelve a funcionar.
Creo que es entonces cuando descubrimos que las cosas no son lo que parecen… hasta la imaginación nos la han marginado… a veces solemos perder la característica de la vida por sorprendernos… todos, icluso aquello que nos propusimos no tragarnos la dosis de terrible realidad cada mañana hemos sido engañados en algún momento porque nos creímos las reglas… nos creímos las normas, los patrones y las leyes porque suelen ser bastante "cotidianas" y el día aquel en que alguien sorpresivamente con una sutil metáfora te demuestra lo contrario… es hora de evitar tomar inconscientemente la dosis de realidad cada mañana… creo que es mucho más maravilloso otorgar sentido y significado a cada cosa, circunstancia o persona uno mismo en cada instante… es sólo una opción… intentarlo o quedarte con todo lo que te dijeron que había que creer y que irremediablemente lo creíste…
Y entonces fue momento de salir huyendo de la realidad y volar un poco como un péndulo que va con fuerza de un lado a otro rozando la realidad por un instante diminuto. Fue así como el sentido del suicidio se hizo presente… no por la fantasía… si no por la escasa fantasía en la torpe realidad. Y corre el tiempo entre el pensamiento y la duda… y la oportunidad de cambiar la historia corre un segundo después entre el pensamiento y la duda, lo alcanza y al unísono corre el tiempo y la oportunidad… y simultáneamente corren los dos… corre la ira, la tristeza, la desesperación, los recuerdos y el inevitable fin… toma el tiempo una pistola y la oportunidad también la toma… el tiempo sigue pasando y la oportunidad va corriendo atrás de él… un instante decisivo y la oportunidad se hace dueña del tiempo y da marcha atrás a la historia hasta dejarla justo antes del momento cuando el sentido del suicidio se hizo presente para no dejarlo venir… esto es parte del arte de dar marcha atrás.
Finalmente todo es una lucha contra sí mismo… no dejamos ir a nuestras piernas a donde finalmente quieren ir, no dejamos que nuestros brazos abracen tantas veces a quién queremos abrazar… no permitimos exponernos en el querer a ese ser especial al que veneramos en silencio incansablemente… si fuéramos sinceros… deberíamos hacer una lista de las cosas que queremos y no hacemos… mientras pasa el tiempo, la vida, la oportunidad, la capacidad de dar marcha atrás… algunos se han ido… se han ido tan lejos como sus pies los han llevado, se han colgado del cuello de aquel al que amaban en silencio, se han colgado unas alas en la espalda para no olvidar que luchar por todo aquello que uno desea siempre es más amable que no hacer nada por ello.
Probablemente la vida sea como bailar con una pareja de trapo que se cae y no se sostiene, la que enrreda sus ropajes en nosotros, la que desea cobrar vida y tieza se deja llevar por los pasos de los demás... La vida tal vez sa bailar con una y mil parejas más... las que disfrutan el ritmo y les gusta girar... a las que les gusta bailar...
Y entonces vino de nuevo la tempestad y ellos trataron de salvar su vida contra el tiempo, la realidad y la frustración… esa fue la víspera de los abismos…una larga historia sin historia, una historia que el mismo James Thieérré le cuesta relatar, una historia a la que miserablemente yo le he dado una interpretación cuando en realidad sólo tengo una certeza… todos ellos, sólo iban en un barco.
El telón se cerró y pretendía no olvidar cada una de las partes de esta historia, hoy todavía hago un gran esfuerzo para no olvidarlas pues la magia se esfuma siempre …es parte de su encanto… sin embargo esa noche fue especial y eso nunca lo olvidaré porque me fui a casa con un abrazo de aquel hacedor de magia… creo que no entendió muy bien lo que le dije, pero vio asomarse las lágrimas en mis ojos y creo que no tuvo más remedio que extenderme sus brazos para que yo tomara ese abrazo…
Etiquetas: Motivos, Para compartir
1 Comments:
Hola Jana,
este pasado domingo también pude presenciar la Veillée des Abysses en el Teatro Nacional de Catalunya (afortunadamente, porque han estado cinco días) y sentí muchas de las cosas que tu sentiste. Me parece que James Thierrée es la punta de lanza del circo actual, y quizás de las artes escénicas en general. No pude evitar hacer algún comentario en mi blog www.trozosdepastel.blogspot.com
(un poco verde aún)tras verla. Sencillamente impresionante. Saludos desde España.
5:37 a.m.
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