Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

martes, julio 01, 2003

Ahora hablaré de mí…soy un mar de confusiones que trata de identificar el problema de la vida, probablemente la vida no tenga ningún problema, pero a lo largo del tiempo he perdido eso de sentir por que logre hacer una traducción casi perfecta de lo que sentía a nivel razón y entonces he perdido práctica en eso de sentir, me permito hacerlo en sus contadas excepciones únicamente.
Un día en mi vida es: la primera pelea contra el despertador…quién ha olvidado preguntarme si quería despertar, luego el colchón y yo negociamos de 15 a una hora más para que lo abandone y es entonces cuando empieza la corredera de casi 24 horas… cuando llegó al trabajo me doy cuenta que he vendido mi tiempo de la manera más denigrante…le he puesto un precio a mi tiempo…o dicho de mejor forma…he aceptado un precio por mi tiempo…no importa que haga…a cambio de unas horas yo recibo cierta cantidad de dinero que puedo gastar para rellenar ciertos huecos de las necesidades básicas de cualquier ser humano económicamente activo…económicamente activo significa: en disposición de vender su tiempo por un módico precio.
Después de pasadas las horas reglamentarias, he diversificado mis actividades en: proyectos que no se si haré, proyectos que ya estoy haciendo, a veces voy a la escuela a que no se me vaya a detener el cerebro y se niegue de nuevo a aprender un poquito, le delego un poco de tiempo a la vida social, la otra parte de mi tiempo la conecto a un televisor y la parte que más disfruto es aquella de dormir…cosa que hay veces que no puedo hacer y otras tantas…no dejo de hacerlo.

Etiquetas: