Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

martes, julio 01, 2003

Poseo cierta fascinación por esos personaje que se lanzan al vacío felizmente sin mayor empacho, de aquellos que caminan por las calles como si fuera la primera vez que salieran en su vida a dar un paseo, de la gente que se pone a la mitad del camino a no esperar que la vida pase si no a toparla…pero claro…ellos lo traen en la sangre, no lo hacen conscientes, no se dan cuenta de la magia que hacen cuando existen.

Hay otro tipo de personas… yo siempre creí que la gente idealista, de esa que cree en las utopías y hacen de la vida una utopía real, era la buena…ya me di cuenta que no tanto pues esas formas de vida acaban por ser una droga que te lleva al éxtasis de la inercia.

Definitivamente vivimos engañados… he de aceptar que mis pensamientos se han equivocado, he confundido la vida con la inercia y la perfección con la nada, he confundido lo bueno de lo malo en su propia inexistencia, me he atormentado con situaciones de conflicto que no tienen mayor relevancia cuando lo importante es el conflicto.

Yo respeto cualquier forma de ser, sin embargo puedo argumentar que lo único que aún me funciona son las neuronas (y eso cuando no se dejan engañar fácilmente), digámos que mi alma se gestó en medio del silencio y fue entonces cuando empecé a vivir para adentro tratando de comprender teoría y práctica…lo que decían de la vida y lo que en realidad era… cuando comencé a hacer mis propias definiciones del mundo y decidí no creer más en lo que la gente decía. Soy estúpidamente racional con todo y lo que eso significa... Explicaciones y suposiciones, argumentos, pretextos y miedos, muchos miedos; podría diagnosticar a algunas almas que sufren y no porque los entienda, sino porque mis miedos y frustraciones se proyectan en ellos y por eso puedo saber lo que hay dentro de ellos…tengo un poco de esquizofrenia.

Etiquetas: