Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

viernes, febrero 03, 2006

En la ausencia de tu nombre

Tenía una moneda en mis manos y cerré mis ojos al levantar la cara al cielo para pedir un deseo mientras dejaba que el aire se robara tu nombre.
Traté de buscarte en mis sueños, traté de buscarte en mis recuerdos, por un instante te perdí por completo y aunque tenía la certeza de tu existencia, el viento se llevaba tu nombre sin querer traerlo de vuelta.
Olvidarme de tu nombre era como perder la mitad de mi memoria y un poco más… apreté mis ojos en un tono de súplica al viento, la ausencia de tu nombre me hizo saber lo que sería nunca haberte tenido.
Traté de buscarte en medio de todas las cosas que había olvidado y pensé de nuevo que no volvería a encontrarte.
Y mientras transcurría un instante de ausencia que parecía nunca terminar, pude verte emerger desde lo más profundo del olvido hasta hacerte el pensamiento más feliz de una noche en la que trataba de pedirle un deseo a una fuente seca como el desierto.

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