Con a tenue luz de un invierno frío, alguien recitaba cierto poema que me hacía perderme en un mal mortal para una persona como yo.
Hay muchas cosas en las que nunca he creído, hay muchas cosas en las que nunca creeré. Sé que cuando creo… poseo un poder maravilloso de fe que poco a poco se va desvaneciendo hasta confundirse con la realidad, algunas veces suelo olvidar aquel milagro de fe… otras tantas el coraje me vuelve una loca pensando en que nunca hay que desear tanto… porque suele ser pretencioso… a veces, las pretensiones nunca llegan a nada… son el peor fracaso de un sueño mal soñado. Otras veces (la mayoría) siento un dolor en el pecho, una herida sangrante que se abre cada vez más sin poder cerrarse…Me he prometido a mi misma… no volver a sentir ese dolor.
Y en las líneas de aquel poema, oía claramente una condena tan dolorosa como fatal.
Porque en el
silencio más fino siempre he callado,
porque tantas veces he soportado el más tembloroso e
insoportable silencio.
Porque lo he buscado,
y también por qué
me he ido,
porque he aprendido de la
metamorfosisy en el silencio, de nuevo, he aprendido a
olvidar.
Mi corazón me dice que ya
no hay lugar para buscar…
que no encontraré… que
pare de luchar.
Y en
la locura, estoy sola, siempre sola
tratando de
compartir un poco de mi alma,
fingiendo ser un superhéroe que no ha de
romperse por dentro jamás.
¿Me preocupa el
amor?
He
vivido al día, porque no he podido hacer nada más que eso.
Y por eso
siempre me estoy yendoa todas partes,
a nunca jamás y a ninguna parte.
He esperado hasta confirmar que
ninguna espera será siempre suficiente,
porque probablemente la mayoría de las búsquedas sea siempre para
nunca encontrar.
Y tal vez sea porque siempre busco un poco más…
insaciable por dentro,
como un baúl que contiene en el fondo
un abismo, un hoyo negro,
donde nunca
nadie se atreverá a entrar…
donde
nunca nadie podría describir lo que ahí hay.
Y probablemente
estoy condenada a estar sola,
con
mis serpientes como brazos,
rodeando mi cuello
hasta asfixiarme.
He perdido el sueño y la esperanza
y con ello paso en vigilia con
la maldición de un cocodrilo.
Evocando
sueños del pasado porque mis sueños no van más allá,
no me he atrevido a
soñar en futuro porque podría nunca existir…
Algunos
nos llaman locos,
porque hemos perdido
a dios y al diablo,
los dejamos
sueltos para que se fueran al carajo.
Y no he dejado
mi cueva,
y me pongo a cazar
fantasmas…
del
presente y del
pasado.
Me he hecho amiga de mis
monstruosy
algunas veces puedo charlar con ellos.
Sé que
nunca se irán…
se que seguirán ahí esperando a festejar
mi propia mierda.
Y, ¿ustedes
creen que lo saben todo?
¿creen que
amarán a perpetuidad?¿creen que
conocen los secretos de la vida?
¿creen que
se escapan de dolor?
Pues yo probablemente
no sepa nada con plena certeza…
pero he tratado de retener
lo que siempre ha de irse…
porque he guardado
el olvido en mi memoria…y porque probablemente he intentado con todas mis fuerzas,
sentir ese amor del que todos hablan.
Y sí,
acostumbrada al vacío…
ustedes lo ven en
mis manos siempre solas,
con la muerte atravesada en mis pupilas,
en silencio,
aún cuando saben que
lloro en silencio y a solas.
Pero
hay días…
días en los que me levanto
y espero,
vuelvo a engañarme y me dejo soñar,
y entre
el sueño y la siempre agonía…
voy por la vida… la "hermosa" vida.
Etiquetas: Libros y lecturas, Ni como hacerle, Para compartir, Such as life