Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

domingo, noviembre 05, 2006

La ciencia del sueño



Lo primero que hay que hacer para prepararse para soñar es tener cuidado de no despertar… añadir algunos sueños al azar, varios pensamientos, memorias tristes o felices (eso no importa), música e incluirla a ella o a él…
Como toque final, hay que apagar la luz.

Algunos ya han olvidado como soñar, la realidad no les estorba ni les causa conflicto, procuran no distraerse mientras están siempre atentos y con los ojos bien abiertos, para ellos soñar es cosa de niños, de idealistas perdedores que gustan de gastar su tiempo en tonterías mentales.

Otros en cambio han construido un mundo paralelo, viven su vida… viven al día la vida que no se detiene nunca muy a pesar de las malas (y siempre esperanzadoras) condiciones que tienen para seguir y cuando cierran los ojos aunque sea un instante, comienzan a soñar y construyen un mundo irreal que traen a la realidad aún después de abrir los ojos.

Supongo que siempre es mucho más feliz vivir la vida si la pintamos de sueños que aún sin existir generan magia en el ambiente. Sueños que hacen que el aire se vuelva más ligero y que las estrellas que permanecen apagadas en sus ojos destellen como nunca antes.

Es así como dotamos la realidad de sueños que nos ayudan a vivir de irrealidades aferradas a los mundos más profundos que se conciben cuando soñamos. He pensado que el miedo es el que hace entregarte al sueño mientras evitas la vida y al mismo tiempo la deseas con todas las ganas, la añoras cada segundo, la extrañas cuando esperas que venga y no llega a la cita… vivir la vida es una cosa complicada, implica querer vivirla y también implica que ella… la puta vida desee y permita ser vivida.

He juntado tantos miedos como me he permitido temer, he convertido mi alma en una colección de miedos vividos y no vividos (esos últimos han sido únicamente protagonizados en mis sueños) … donde una decepción serán todas mis decepciones, una despedida serán todas mis despedidas y una tristeza también será todas mis tristezas.

Él será todos los hombres a los que he amado y también será la nueva (y tal vez la única oportunidad) de ser el único al que debía haber amado.
¿Y qué es la capacidad de soñar sino darle una nueva oportunidad a la vida?

Es así como no debía detenerme ante mis sueños y mucho menos negarme la oportunidad de experimentarlos de nuevo porque eso significa darme otra oportunidad y no negármela de nuevo… es la insistencia por vivir esta vida en un sentido de urgencia, como si no hubiera nunca más otra oportunidad.

He escrito tantas letras como he guardado silencio por cada una de ellas, he tratado de dar tantos abrazos que al no darlos también me los he negado.

Existe un momento especial donde mi vida tiene un instante paralelo a otra vida de otro que también espera y también me espera. Y en esa espera el tiempo se hace menos con cada aproximación al sueño propio que también es ajeno.

Y es entonces cuando el sueño se convierte en una ciencia donde unos con otros se reconocen a partir de sus sueños y se atreven a soñar…pero ahora no lo hacen solos…se atreverán a soñar juntos.

Hacen de los sueños un pretexto para creer nuevamente y volar.

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