Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

jueves, mayo 08, 2003

El robo de palabras.
Tomo las palabras de la boca de otro...por aquello de la responsabilidad de escribir...para todos aquellos que hacen uso, abuso de este medio y/o cometen la barbaridad de convertirse en vouyeristas de oficio de las letras y podredumbres ajenas.

La contrición me mata

Escribir está bien de no ser porque a veces no escribes, y eso te llena de remordimientos. Yo empiezo a escribir a las seis de la mañana, al menos es lo que le he hecho creer a todo el mundo, incluso a mí mismo. Pero a las seis de la mañana estoy en la cama, despierto, con la conciencia intranquila, jurándome que en un cuarto de hora me levanto. Y a las siete sigo en la misma situación. Y a las ocho. Algunos días no me pongo delante del ordenador hasta las nueve o las diez. Quiere decirse que he estado tres o cuatro horas no escribiendo. Y no hay nada que canse tanto como no escribir. Si pasas muchas horas no escribiendo, luego tampoco puedes escribir porque estás hecho polvo.
Si no escribir sólo me perjudicara a mí, me daría lo mismo, pero el año pasado estuve una semana entera sin escribir y hubo dos accidentes ferroviarios. Un día me llamaron de una revista para pedirme un artículo sobre la alopecia. Dije que no y a las dos horas mi abuela entró en coma. Telefoneé corriendo a la revista, dije que sí y mi abuela se recuperó, con gran sorpresa por parte de los médicos, que habían dado el caso por perdido. Al verla recuperada, me dio pereza escribir sobre la alopecia y le di largas al director. A los dos meses, regresaba una tarde del cine y noté un revuelo de gente cerca de casa. Me acerqué para ver qué pasaba y vi sobre el empedrado la peluca de mi abuela. La había atropellado una moto dejándole la calva al descubierto.
No escribir es espantoso. A veces te parece que el orden del universo depende de que escribas. Y, seguramente, depende. Los científicos creen que los días son ahora una milésima de segundo más cortos por culpa de la corriente oceánica La Niña. No es cierto: es porque no escribo todo lo que debería. Al dejar de escribir, se acelera la rotación de la Tierra. Por cada 100 sustantivos no escritos, el caos avanza una milésima de segundo. No he calculado el daño de los adjetivos, ni mi responsabilidad en el agujero de la capa de ozono porque la contrición me mata.
Lo malo del día en el que comienzas a escribir, es que ese día comienzas a no escribir también. Por lo general, los críticos sólo ven lo que escribes y te juzgan por ello; si vieran lo que no escribes, tendrían mejor opinión de ti: lo que no escribes es genial. Tengo dos novelas no escritas que bastarían para pasar a la posteridad de no ser porque no hay manera de leerlas. Y tres volúmenes de cuentos. A los cuentos les viene muy bien la no escritura, mejor que la escritura, por la tensión literaria que produce el silencio.
La época del año en la que más remordimientos produce no escribir es precisamente el verano, porque al estar todo el mundo de vacaciones, la maquinaria del universo corre más peligro de descomponerse. En el Ministerio de Exteriores, por ejemplo, no ha quedado nadie, de modo que no hay forma de averiguar por qué el consulado de Miami no atendió como Dios manda a José Joaquín Martínez. Vale que no se encuentre Piqué, que, como es lógico, tiene que arreglar los problemas de terrorismo del Oriente Medio, pero podía haber dejado a algún subsecretario de guardia.
Pues igual de vacías que las dependencias de Exteriores están las cabezas de la gente. Oyes cosas que te ponen los pelos de punta. Mayor Oreja, por ejemplo, ha asegurado que ETA está fatal, pero que aunque estuviera bien no deberíamos decirlo. En cuanto a Arzalluz, apareció en la tele aguantándose la risa al explicar que lo que le pasaba a Anasagasti es que estaba preocupado por su mamá, que es muy mayor y ha perdido agilidad para salir de los autobuses incendiados. ¡Qué nenaza!, estuvo a punto de añadir. Por lo demás, hay en el Ártico un submarino nuclear ruso con 100 soldados sin oxígeno y un brote de brucelosis en León. Todo manga por hombro, en fin.
Si no escribes en momentos así, por la noche oyes crujir la maquinaria del cosmos como si le faltara fuelle y se te aparecen los rostros de los perjudicados acusándote de todas las catástrofes. Por eso me matan los remordimientos. Haz 20 copias de este texto y envíalo a veinte familiares o amigos. Rato se lo tomó a risa y subió la inflación. Luego, telefoneó al ministerio, le pidió a un ordenanza que hiciera las copias y la inflación subyacente al menos se quedó como estaba. Villalonga lo tiró a la papelera y perdió el trabajo. Entonces se acordó del papel, lo recuperó, envió las copias y le tocaron 7.000 millones. Créetelo.

Juan José Millás.

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¿Qué fue lo que salió mal?

Ella es mi amiga desde hace poco más de 10 años...haciendo cuentas...yo tenía 15 y probablemente...ella tendría 13.
Nos hicimos amigas en una tarde soleada, en un patio de escuela. Era un patio con mucha gente, donde la gente se cruza sin mirarte y que en donde casi siempre, nunca pasa nada, pero ese día...ella lloraba.
Primero pensé que lloraba demasiado, a veces eso es muy molesto... ver a alguien llorar demasiado puede ser muy molesto para algunos de nosotros...pues después de que 'el alguien' que está frente a ti...no para de gotear...o te puede dar el síndrome de plomero por tratar de tapar esos lagrimales felices que se liberan gota a gota...o bien, te da un poco de envidia al no poder llorar igual.
Finalmente las lágrimas es como los mocos de la gripe... ¿de dónde carajo salen y cómo se determina la velocidad de producción de secreciones...y...lo más difícil de contestar...dónde está el almacén de los mocos y las lágrimas?
Bueno, estábamos en otra cosa: cuando alguien llora con tal 'enjundia' o deseas que se le tapen los 'bujeros' de los ojos para tranquilizar la situación o te da una envidia del demonio...porque llorar así resana el alma...la alivia bastante, pero que difícil es hacerlo. Qué difícil es aceptarte llorando y jadeando como la persona más miserable del mundo...pero en el fondo yo creo que es hermoso.

Yo tengo un ligero problema...de nacimiento y no es causa de metáfora... cuando lloraba, no salía ni una gota de lágrima…lo que significa que cuando nací y lloraba, mi madre se percato de que no me salía aguita por los ojos…entonces tuvo a bien llevarme al doctor y el susodicho le advirtió que no tenía lagrimales y en una actitud heroica, le dijo a mi madre que me abrazara fuerte…se acercó con una aguja micrométrica y me la insertó en el lugar donde debían haber estado mis lagrimales…
Desde entonces puedo lagrimear, berrear, echar llanto, trastear, conmoverme con imágenes y tener la famosísima lágrima Remi.

Me pregunto, si mi madre no hubiera notado mi ausencia de lágrimas y por ende nunca hubiera ido a que el doctor me perforara los lagrimales…qué hubiera pasado con todo ese material líquido salado que no hubiera podido salir nunca por mis ojos?... probablemente lloraría por la nariz o sabría que estoy llorando por el sabor salado, o quizás…podría llorar por las uñas…o por qué no? o en todo caso lágrimas podrían diluirse con el material urinario que se desecha en el baño y probablemente así no me hubiera dado nunca cuenta que podía llorar…

Bueno, todo esto salió por mi amiga la llorona y ahora vuelvo al tema.

En realidad, ella fue mi primera amiga de verdad…desde entonces dudo de usar descaradamente el término amig@, pues uno no puede andar por la vida llamando amigo a cualquier hijo de puta o a cualquier hija de vecino. Y entonces recuerdas a toda esa gente que de una u otra forma ha pasado por tú vida y te das cuenta que la única amistad real se siente adentro y no se nombra, pues entonces las risas son muchas, la complicidad suficiente, la confianza excesiva, los silencios no son molestos, la presencia y la ausencia es lo mismo…estar es maravilloso…no estar es como estar sin estarlo, ya que es odioso aquel conflicto de: ‘es que nunca me hablas’… y para que buscar si es mejor el simplemente coincidir?

Entonces, nos volvimos amigas…teníamos un pequeño detalle en común… en algún momento nos casamos con la idea de que el idealismos y los sueños eran una forma de vida…y fue entonces cuando comenzaron esas largas charlas sobre el mundo y su descomposición…sobre los verdaderos sentimientos, sobre las reales y difíciles circunstancias en las que esta puta vida se desarrolla y en algún momento determinamos…que hablábamos como de otro idioma…como un idioma secreto del que la gente no suele hacer uso porque es un poco ‘existente’…y ante eso sólo puedo argumentar: efectivamente hay sueños, fe, esperanza, amistad, ideales, pensamientos y demás…pero la gente hace uso de ellos de forma indiscriminada y sin siquiera saber si la materia de la que se conforman los mismos es real o está hecha de un material plástico sin valor, hecho en serie y sin brillo propio…

Ahora han pasado 10 años y ella y yo seguimos hablando de lo mismo, pudiera ser aburrido pero cada vez que se toca el mismo tema hay un descubrimiento, algo diferente…las cosas no han cambiado mucho.

A veces tengo la idea de que ambas tenemos una vida sin tenerla…es como luchar contra un enemigo invisible y probablemente inexistente pues parece que luchamos contra toda…sin ganar o perder…pero ahí seguimos…no sé si este camino nos lleve a algún lugar.
Tal vez estemos viajando en círculo o cavando al fondo… ya lo decía anteriormente… más allá del fondo no hay nada.

Hoy escribo de ella porque ayer las dos estábamos tristes…y encerradas en una historia interminable que no tiene dirección, ni sentido…la cual sentimos y nos duele mucho porque es una extraña parte vital que nos genera una módica cantidad de felicidad de minutos que podrían rendir días...y en algúnos casos...años...Y entonces ella hablaba de llorar...igual que en la ecsena de hace 10 años y tal vez yo le tenía un poco de envidia porque no podía llorar como ella...en fin tendré que destaparme los lagrimales de nuevo...he de tener un tapón de un grano de sal.

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miércoles, mayo 07, 2003

Ayer tomé un baño de tina y mientras tanto pensaba...lo bueno que sería ser pecesito e irme por el caño cuando alguien decidiera quitar el tapón de la bañera, entonces se haría un pequeño remolino que sin más remedio tendría que succionarme.
Cortázar decía que había peces que se acostumbraban a su pecera y entonces cuando algún día descubrían el límite de la pequeña prisión transparente, era porque su nariz chocaba efusivamente contra el cristal. ¿Cómo explicarles a los aletudos esos que la frontera de su realidad es transparente y que después hay tantas cosas, que claro... sólo podrán ver con su nariz pegada al cristal? Aquí la cosa es: que cuando alguien tenía la ocurrencia de poner un puente que fuera de una pecera a otra, los inocentes aletudos probablemente jamás lo notaría porque ya antes habrían ubicado la frontera de cristal.
La extraña conclusión es: ‘el límite de cualquier ser humano...es la nariz’.
Ahora, lo que quiero saber es: dónde carajos está mi nariz? Quiero saber si se la ha pasado restregada en un cristal...quiero saber si ha crecido o si ya la tengo al nivel de los ojos y la boca...quiero saber si aún tengo nariz...probablemente ya la perdí y por tal razón no sé donde estoy, o la existencia del cristal nunca ha tenido importancia porque quizá nunca lo he encontrado...lo que sí...es que hoy encontré un hoyo en la bañera y como pecesito...me quise ir por ahí...
Quién dijo que el drenaje podría ser un lugar obscuro y mal oliente? Tal vez y sólo tal vez...el drenaje podría ser un pasadizo secreto hacia cualquier lugar... el destino no importa si me llevará a cualquier otro lugar...yo creo que sería un pez feliz...

Hablando de felicidad... empiezo a creer que además de la nariz, tristemente...perdí también mi vida.
A veces creo que estoy en una sala de espera y creo que he aprendido a ser paciente...creo que sólo me queda esperar...es como ganar puntos en un programa de concurso para que en mi otra vida tenga una súper vida de mierda.
Empiezo a sentir como pasa el tiempo, pero en realidad es como si el tiempo hubiera acabado ya y yo estuviera en pausa, en stand by o algo similar.
Estoy pensando en la posibilidad de declararme como una autista consciente...desde mañana creo que contaré las palabras que intercambio con la gente...porque sé y estoy segura...que me hablo más a mí misma, que a los demás.

En el recuento...he perdido la nariz, y la boca no me sirve de mucho...

Ya mencione que por lo menos 8 horas al día...llevo puestos unos tapones para los oídos? Jah! Todavía no pierdo los oídos, pero les doy otro uso...y de lo único que estoy segura....es que hay gente a quien no le voy a prestar mi oídos para que sus palabras se cuelen por ahí y me perturben la exasperada tranquilidad...

¿Qué me queda...? Sí...los ojos...creo que es lo único que aún uso descaradamente... quisiera saber en que me estoy convirtiendo...

Mientras tanto...voy a seguir esperando que pase algo...tal vez así sea la única manera de encontrar la vida que dejé en algún lugar y que luego olvidé donde la puse.

¿Alguien puede hacerme el favor de quitarme la pausa?

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