Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

jueves, enero 06, 2005

E L P R I N C I P I T O

I

Encontré en un libro una nota que decía lo siguiente:
“Este es para mi el paisaje más hermoso y el más triste del mundo. Es el mismo paisaje de la paisaje de la página anterior que he dibujado una vez más para que lo veáis bien. Fue aquí donde el principito apareció sobre la tierra, desapareciendo luego.
Examinadlo atentamente para que sepáis reconocerlo, si un día, viajando por África, cruzáis el desierto. Si por causalidad pasáis por allí, no os apuréis, os lo ruego y deteneros un poco bajo la estrella precisamente. Si un niño llega hasta vosotros; si este niño ríe y tiene cabellos de oro y nunca responde a nuestras preguntas, adivinaréis en seguida quién es. ¡Sed amables con él! Y comunicadme rápidamente que ha regresado. ¡No me dejéis tan triste!


II

Mi buen amigo Borges me ha dicho que un libro puede ser vuelto a escribir palabra por palabra por un autor diferente y será un libro nuevo, un libro igual pero escrito por otra persona.

Ha caído en mis manos el libro que quiero escribir y que ya alguien antes escribió, he empezado por el final para encontrar el principio y poder ir de nuevo al final.


III

A Antoine de Saint-Exupéry
Que quería que fuera dedicado a León Werth

Pido perdón a los adultos por haber dedicado este libro a una persona mayor cuando cuando era niño.
Esa persona, era amigo de Antoine, quién sabía con plena seguridad que León sería capaz de comprenderlo siempre todo, incluso los cuentos para niños. Y mientras comprendía todas esas cosas era también capaz de pasar hambre y frío, por lo que tenía una gran necesidad de ser consolado.
Antoine sabía todas esas cosas porque probablemente las sentía también. Yo creo que escribió este libro, que ahora yo escribo para consolar a León y consolar su propia alma que seguramente también estaba triste y de la misma forma, la dedica todos los que necesiten algún tipo de consuelo, se los dedica a ellos…a ellos cuando eran niños.


IV
«...Las alas temblaban bajo el soplo del atardecer,
El motor con su canto mecía el alma adormecida,
Y el sol nos rozaba con su luz lívida...»


Contaré no lo que todos saben…contaré la historia me gusta creer de él.
Nación el domingo 29 de junio de 1900 en Lyon Francia, era un niño triste con una vida difícil.
Las cosas que más le gustaban eran volar y escribir.
El 31 de julio, fue su último vuelo, nunca nadie supo más de él.

V

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lunes, enero 03, 2005

La elección correcta

Y por mi cabeza cruzó la duda…
Y sentí que no era yo una respuesta adecuada a una pregunta no formulada.
Y en el tormento de sentirme siempre como una respuesta efímera para unos y otros, quise ser una respuesta adecuada.
Y la necedad, la obstinación y la firmeza se cruzaron de brazos pensando que los había engañado, durante tanto tiempo… durante tantos pensamientos y sueños… durante tanta vida.
No sé cuál de nosotros estaba más defraudado… y el silencio se interpuso entre nosotros, ellos jamás suplicarían, la templanza los había protegido bajo la promesa de una nueva indecisión. Yo también guarde silencio y sentí un eterno dolor en el pecho y un golpe de rabia en mi cerebro.
Y el tormento de pensar que posiblemente no estuve correcta en mis ideales y mis decisiones siempre fueron poco adecuadas iban acabando conmigo… me hacían retractarme, retroceder, negarme un poco, y si cuestionara mi camino pensando que pudo haber sido otro el que me llevara hasta la cuesta de mis sueños hasta ahora inalcanzables? Y el dolor atravesó mi alma y mi corazón… y recordé que alguna vez deseé ser una respuesta correcta para algunos, ser una elección correcta y no etérea que siempre se desvanecía ante la promesa incumplida

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