Las pocas y muchas razones que el hombre tiene para morir

martes, septiembre 09, 2003

Y sientes que la vida se te va...
No es fácil vivir en este tiempo, uno vive contra corriente...me he dado de topes en infinidad de paredes y esto no parece terminar.
En estos días he descubierto que a pesar de pensar por años que era un ente diferente que deambulaba por la vida con la oportunidad de hacer una diferencia, o de tener una lucha propia y maravillosa...a pesar de vivir engañandome por años...hoy finalmente descubro mi absurda y aburrida normalidad.
Y es entonces cuando dejo de preocuparte y comienzo a aturdirme de un terrible aburrimiento que me dice una y otra vez...'no pasará nada'...y eso es efectivamente en lo que se resume mi vida...en no pasará nunca nada.
Mesiento atrapada en un capítulo de la dimensión desconocida, dictado por Ende... donde no he hecho otra cosa que hacer todas las cosas que no quería hacer porque he logrado engañarme a mí misma de una manera fascinante.
Mi historia, es casi la misma que la de 'El espejo en el espejo'...(qué irónico título para mi 'profundo' sentir, no?) que lleva por título...la habitación azul.
Soy un producto barato de mi imaginación intentando ser una heroína de mi propia realidad...lo cierto es que no me he movido del lugar donde inicia esta historia, mis viajes únicamente han sido imaginarios, me he quedado adormilada mirandome para adentro y contemplando la perfecta mentira de una fabricación de un mundo donde nunca acontece nada real, todo parece formar parte de la utilería que genera el miedo, la apatía y la tristeza.
Hoy, no sé como definir el sentimiento que me acosa...al parecer en una enfermedad cíclica que aparece y desaparece en la medida que dejo que me ataque por la espalda esa realidad alterna de la que formo parte y dejo que me dicte de forma enumerada uno a uno mis miedos, una a una mis fallas, me repite contantemente cada ocasión en la que he sido una cobarde y se jacta a carcajadas todas y cada una de las veces en las que he creído en los demás para lograr alejarlos a todos finalmente de mí.
Me veo tan bonita escribiendo esta serie de mamadas, frente a un ordenador que no me contesta...sólo hace eco de mis pensamientos con ese repiqueteo de las teclas con mis dedos...estoy segura de ello, nadie me oye.
Y qué podría pasar si me escucharan? probablemente les acontecería un sentimiento de lástima que nunca serían capaces de enfrentarmelo cara a cara. Entonces repito con confianza: Nadie me oye.
A veces me pregunto que he hecho con mi vida todos estos años y he rogado infinidad de noches para que esto acabe pronto. No importa cuan bien puedan ir las cosas, creo que he perdido el interés de averiguar siquiera que habrá mañana al despertar, la rutina me está acabando y no por el hecho de ser rutina; mi concepción del tiempo se ha hecho difusa, ya no es noche y día...es una línea continua que no tiene una cúspide ni un abismo...ya no se hace de noche...ya no se hace de día, ya no dan las 2, las 6 o las 8...eso ya no pasa en mi vida...sólo se acaba el tiempo...se ha reducido de tamaño...las historias de Ende nunca son tan hechas de fantasía...los hombres grises han decidido no sólo robarme el tiempo sino limitarme el poco que me han dejado para no dejar saldos muertos, saldos soñadores o saldos de paz...me han dejado el tiempo necesario para olvidarme de mi existencia y cumplir con mis deberes...en mi historia no hay Momos, mucho menos Gigis y he olvidado como son las tortugas...Casiopea no está en mi vida...se quedó muy atrás y aún no logra alcanzarme.
Me planteo seriamente si esta situación podría tener una solución...a veces creo que no...mi vida se define como una vuelta muy larga en el juego más lento y oidoso de la feria...sólo estoy esperando que se acabe el tiempo que dura el ticket...se que al bajar podré elegir otro juego y probablemente sea más divertido.
Podrá sonar extraño, pero siempre he creído que hay otra oportunidad si logro soportar el suplicio de una prueba que consiste en no bajarme del juego antes, en tratar de mantenerme con vida aunque sea a base de metiras e ingeniosas ilusiones manufacturadas en un estado de estupidez e imaginería.
He reafirmado mi parte misántropa, eso me empieza a preocupar.
Nos hicieron definitivamente seres sociales...y hay una parte de mí que necesita de los demás...y la otra parte de mí no se ha cansado de odiar a todos y cada una de las personas que tengo cerca. Hay demasiada gente que me molesta. Algunos otros, se han encargado que los odie a partir de todo el cariño que siento por ellos...estoy cansada de dar, a veces creo que la gente no es capaz de percibir la soledad ajena o un grito en silencio que pide ayuda.
He alejado a todas las personas que de verdad quería...las he ahuyentado, como si mi misión en la vida fuera lograr quedarme completamente sola.
Volvamos al cuerto azul, he equivocado todas mis desiciones y hoy no sé que hacer.
Quise ser tan diferente que, hoy soy un ejemplo de 'cuasi'perfección. He maduré antes de adquirir la madurez necesaria para madurar...suena redundante pero así fue. He sido responsable, he acabado la escuela, he trabajado y lo he hecho bien...me he portado como una buena amiga...he tradado de ser buena hija aunque no lo haya logrado...y todas estás cosas no hacen alarde a un síntoma de megalomanía sino de sinceridad vacua...lo he hecho todo y creo que pormás de una ocasión supe que de nada serviría hacerlo y entonces qué carajos se hace? decido tirar mi inservible proyecto de vida y mandarlo al fin del mundo sin boleto de regreso y luego qué? me afero a mi estructurada y normal vida hasta contemplar con palomitas grandes el proceso de mi autodestrucción o qué?
Me he desligado de todas las cosas que he querido, me he quedado vacía...esa es la única forma de ser fuerte y tolerar. No puedo perder nada más excepto la vida...y la muerte ya no me asusta.

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